Literature
La Audiencia
1. Era una de las tormentas más intensas en mucho tiempo. Parecía que Zeus había descendido a dar sentencia, por la cantidad de relámpagos y truenos que cruzaban la bóveda celeste. En lo profundo de los refugios del templo, la lluviosa madrugada trajo sueños confusos de cambios y transformaciones; y aquellas que no habían podido conciliar el sueño esperaban que en algún momento aquella ira terminase. Esas tormentas eran bien conocidas en Delfos. La última había sido en la designación de la Tríada de Apolo, de la cual sólo sobrevivió la actual Matriarca, hacía ya 13 años. Por eso, el temor de que alguna transformación grave pasara no era una idea ausente en las mentes de todas las jóvenes, despiertas o dormidas. Muchas susurraban ruegos a Apolo, pidiendo que el orden no se volviera a alterar. En una habitación que alguna vez fue para tres, una mujer compartía los mismos pensamientos. Sentada en el borde de su cama, con su ropas de dormir y el cabello enmarañado, miraba en el